No sé por qué me gusta torturarme tanto. No sé por qué se me ocurrió la grandísima idea de publicar mis cuentos viejos ni por qué insisto tanto en empezar con los que escribí en la secundaria. Mi primer "orgullo" es horrible!!! Ni siquiera sé si lo que conservo es su versión final
Tal vez, pero tampoco creo que sea conveniente. Eran tramas muy simples y conflictos nulos, dignos de la secundaria, pero poco rescatables veinte años después